La jardinería se ha convertido a lo largo de la historia en todo un arte. Las flores siempre han tenido una importancia simbólica para el ser humano. Llegando a ser el símbolo de un país e incluso llegando a convertirse en el motor económico de algunas ciudades. Es por esta razón que conocemos una gran cantidad de flores icónicas. Todos somos capaces de asociar las rosas al amor, o los tulipanes a Holanda. De la misma manera las margaritas pueden evocarnos a la lucha pacífica de los hippies en los años 60. O quién no ha deshojado una de sus flores diciendo aquello de «me quiere, no me quiere». En este artículo aprenderemos cómo cuidar las margaritas y conocer un poco más de esta flor tan famosa y característica.
Margaritas
Todos tenemos en mente la forma y color de las margaritas. Antes de aprender cómo cuidar las margaritas diremos algunos datos sobre ellas que nos pueden ayudar a la hora de mantenerlas vivas y sanas. Las margaritas tampoco son flores que requieran unos cuidados más específicos que el resto de las plantas, pero si hay que tener en cuenta varios factores muy sencillos y comunes.
- El equilibrio es quizás lo que más necesita esta planta. Por lo tanto podemos decir que es una planta que como todas necesita sol pero también puede ser considerada una planta de «sombra». No es necesario que le de excesivo sol.
- De la misma manera es una planta que necesita ser regadas como la gran mayoría. Pero no es conveniente que esté en lugares encharcados ni demasiado húmedos.
Cómo cuidar las margaritas
Una vez conozcamos algunos factores importantes solo nos queda conocer cómo cuidar las margaritas una vez las tengamos. Para ello marcaremos dos etapas en al vida de las margaritas. Por un lado cuando las tengamos en una maceta. Pero si tenemos un jardín y queremos plantar nuestras margaritas en el te diremos cómo cuidarlas.
- Cuando tengamos la planta en una maceta es recomendable regar la planta pero sin que se encharque. La mejor manera de hacerlo será colocando un plato debajo de la maceta. Evitaremos regar directamente encima de las hojas, por lo que verteremos el agua en la tierra de la maceta. Antes de esto hay que asegurarse de que la tierra de la maceta no está húmeda. De estarlo debemos esperar para regar la planta. Si es el momento de regar, echamos agua en la tierra hasta que el plato este lleno. Esto quiere decir que habrá llegado bien a las raíces. Una vez lleno el plato lo debemos retirar para evitar encharcamientos.
- Una vez tengamos las margaritas en nuestro jardín el riego será menor. Este dependerá de la estación del año. Pero recuerda siempre tenerlas hidratadas sin que se encharquen.