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Cómo lavar una mochila con ruedas

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Lavar una mochila con ruedas es de lo más sencillo a proseguir, siempre que te dediques a seguir con los pasos indicados. La manera correcta y satisfactoria se sigue de esta forma.

Son fundamentales para niños, estudiantes y viajeros que llevan sus tareas y provisiones de un lado a otro. Con el tiempo, los alimentos, la humedad y el desgaste de todos los días pueden hacer que estas se pongan sucias y tengan un mal olor.

Por suerte, la mayoría de las mochilas están hechas para soportar dicho desgaste cotidiano y no es tan difícil limpiarlas. La mayor parte de ellas se puede lavar con detergente en una lavadora normal, pero otras requieren que lo hagas a mano, dependiendo de su material de fabricación.

Resulta ser sumamente fácil sobre cómo hacer mochilas de tela.

Forma de lavar una mochila con ruedas

  1. En primer lugar, vacía tu mochila. Saca todos los objetos que puedan dañarse con el agua al momento del lavado. Si quieres sacar residuos y migas pequeños del fondo de la mochila, voltéala por el revés y utiliza una aspiradora de mano para limpiar las ranuras.

    Deja abiertos los bolsillos de modo que todas las áreas se puedan limpiar durante el lavado.

  2. Por consiguiente, prepara tu mochila para lavarla. Quita la suciedad o el polvo que esté en el exterior de la mochila. Utiliza un paño húmedo para frotarla nuevamente y así limpiar la tierra o el polvo que quede. De esta manera estarás seguro de que ningún residuo grande y sólido se mezcle con el agua jabonosa limpia.
  3. Luego, lee la etiqueta de cuidado de la mochila. Casi todas tienen una etiqueta que contiene instrucciones para limpiarla. Estas por lo general tienen información sobre lo que se recomienda con respecto al lavado y al secado.

    Los agentes limpiadores fuertes y los métodos de limpieza demasiado fuertes pueden dañar la mochila.

  4. Posteriormente, trata previamente las manchas. Aplica un tratamiento previo al lavado para quitar manchas a cualquier área manchada de la mochila. Saca cualquier residuo de mancha frotando con un cepillo suave y deja que el tratamiento se asiente.
  5. Después, lava la mochila. Colócala en una funda de almohada vieja y ponla en la máquina. Agrega una cantidad pequeña de un detergente suave mientras esta se vaya llenando de agua. Cuando termine dicho ciclo, saca la mochila de la funda y frota los bolsillos.

    La funda de almohada ayudará a que las tiras y los cierres no se atasquen en la lavadora, y así no dañen la mochila o la máquina.

  6. Finalmente, seca tu mochila. Tanto por el revés en interiores como en exteriores. Deja que los bolsillos permanezcan abiertos, de modo que se seque por completo y de manera uniforme.

    Asegúrate de que la mochila esté completamente seca antes de usarla otra vez o guardarla.

Ante todo lo indicado, vamos a expresarte un vídeo explicativo para que obtengas consejos y herramientas mismas. Ahora bien, te acercaremos el contenido audiovisual para que prosigas:

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