Una bicicleta sin frenos no existiría. Es más, no se consideraría un elemento de transporte fiable y apto para estar en la vía pública. Este elemento sirve para detener la bicicleta de forma controlada, por lo que unos frenos defectuosos pueden ponerte en peligro. Los frenos de bicicleta son mecanismos complejos, que a veces pueden presentar varios problemas. Por ello, en este QueHowTo te vamos a enseñar cómo reparar los frenos de una bicicleta.
Reparar los frenos de una bicicleta
Cómo hacerlo
Con algunos conocimientos, puedes solucionar los problemas más comunes con los frenos de tu bicicleta. Con tareas de mantenimiento como lubricar los cables y reemplazar las pastillas desgastadas por frenos para llantas, lograrás mantener tu bicicleta en buenas condiciones de funcionamiento.
El problema más común con los frenos para llantas es el desgaste de las pastillas. Las pastillas desgastadas dificultan la detención, por lo que deben reemplazarse. Revisa las pastillas de freno en los neumáticos delanteros y traseros para evaluar si están desgastadas. Si consideras que necesitan un reemplazo, debes ir a una tienda de deporte cercana. Es un elemento bastante común, así que no será necesario ir a una tienda especializada en ciclismo. Puedes pedir ayuda a los empleados si lo necesitas.
- Una vez hayas adquirido las pastillas de freno, pon tu bicicleta al revés, apoyando el sillín en el suelo y retira las ruedas que necesites.
- Libera los frenos de ambas ruedas. La mayoría de las bicicletas cuentan con una palanca de liberación rápida en las ruedas para facilitar su extracción.
- Desenrosca las pastillas de freno antiguas con una llave hexagonal y limpia la zona.
- Finalmente, atornilla la nueva pastilla de freno y ya podrás colocar la rueda. Asegúrate de que esté bien puesta.
- La lubricación puede ser lo que le falte a tu sistema de frenos, por otro lado. Para hacerlo, primero, como al cambiar las pastillas de freno, libera los cables de freno de sus encajes.
- Luego, presiona la palanca del freno hacia abajo y retira el cable de su armazón. Sujeta la bicicleta del mango y tira de este cable. Este debe deslizarse fuera del armazón, pudiendo así rociarlo con aceite.
- Posteriormente reconecta el cable del freno al mango y la pinza. Vuelve a meter el cable de freno descubierto en la palanca y reenganchar la parte inferior del cable a la pinza de freno. Aprieta la palanca del freno varias veces de forma suave para que el aceite atraviese el armazón. Este procedimiento te permitirá saber si los frenos funcionan correctamente.
Aquí un vídeo: