El óxido de zinc es una de las sustancias más conocidas y utilizadas en todo el mundo en el ámbito de la cosmética para el cuidado de la piel. Se trata de uno de los componentes más habituales tanto en cremas como en productos de protección solar. También se utiliza en un amplio abanico de medicamentos para tratar diversas afecciones cutáneas como el acné.
¿Cuáles son las propiedades del óxido de zinc en la piel?
El óxido de zinc es un mineral que se encuentra en casi todas las células del organismo ya que tiene un papel muy importante tanto en su desarrollo como mantenimiento y reparación mediante la síntesis de proteínas y colágeno.
En cuanto a sus propiedades para la piel, esta es una sustancia reguladora de sebo, que ayuda a controlar los niveles de grasa y evitar los brotes de acné. Además, es astringente y antiséptica, así como antiinflamatoria.
Usos del óxido de zinc en la piel
- Protector solar: uno de los usos más habituales del óxido de zinc con respecto al cuidado de la piel es como protector solar. Gracias a sus propiedades protege la piel de los efectos negativos de los rayos ultravioleta. Así, resulta de gran ayuda para evitar el envejecimiento prematuro tanto de la piel como de las células, al mismo tiempo que disminuye el riesgo de sufrir cáncer de piel.
- Evitar el sudor: otro de los grandes beneficios del éxido de zinc es que por sus propiedades es de gran utilidad para evitar el sudor excesivo, sobre todo en determinadas zonas del cuerpo como las axilas. Muchos desodorantes incluyen esta sustancia en su formaulación.
- Efecto antiarrugas: uno de los usos más conocidos del óxido de zinc en el ámbito de la cosmética tiene que ver con su efecto antiarrugas. Ayuda a mejorar tanto la elasticidad como la firmeza en pieles maduras.
- Adiós al acné: este mineral también se puede encontrar en productos y medicamentos para tratar el acné, eliminando los granos y evitando que vuelvan a aparecer regulando el sebo.
- Tratar heridas: y, por último, el óxido de zinc es muy efectivo para tratar heridas y quemaduras en la piel, acelerando el proceso de curación y aliviando los síntomas propios de estas afecciones.
Como puedes comprobar, los usos del óxido de zinc en la piel son muy amplios y diversos. Merece la pena tenerlos en cuenta para lucir una piel radiante y llena de vida.