Cuidar un gato siamés tiene sus complicaciones y facilidades. Por lo tanto, te demostraremos como y cuáles son los determinantes para hacerlo fácilmente.
Si quieres tener algún tipo de referencia acerca de sus actitudes y demás cualidades, podrás buscar la película de Walt Disney, ‘La Dama y el Vagabundo’. Allí, verás dos razas de felinos similares cantando, el fiel reflejo de cómo son estas mascotas.
Asimismo, entonces, visualizarás que se tratan de animales inteligentes, algo sociables, ágiles por naturaleza, traviesos y bastante exigentes. Lo que más destaca de estos, es su gran actividad constante y maneras de jugar. A su vez, discrepan bastante de otras razas de felinos.
A tener en cuenta para cuidar un gato siamés
Antes que nada, cuidar un gato siamés es de lo más básico. Solamente, deberás recordar que se trata de un animal incansable y que tiene una gran manía de explorar:
- A pocos meses de vida: lo recomendable es que el felino tenga mínimamente unos 13 meses de vida, al momento de adoptarlo. Ya que, de ser destetado pronto, será más débil y puede llegar a enfermarse mucho.
- Almacenar la mezcla en la nevera: tienes que aportarle soluciones proteínicas cada 3 horas hasta que sea lo suficientemente grande, con una jeringuilla. Eso sí, no las guardes por más de dos días. Así, tendrá un pleno crecimiento y del más sano.
- Visitas al veterinario: resulta primordial llevar a cabo una revisión del estado del gato. Como vacunar y desparasitar, importantes procesos que deben darse.
Es bueno siempre estar prevenido en la manera de lo posible. Hay una inmensa variedad de enfermedades que pueden llegar a contraer estas mascotas. - Agua y comida: es sumamente imprescindible que se alimenten tres veces repartidas, sin importar el límite de la cantidad. Cabe subrayar de la existencia en necesidades nutricionales, en conjunto de soluciones bastante sanas. De similar manera, procura de que limpies los recipientes correspondientes, y de que estén llenos constantemente durante el día.
- Cama y arena para necesidades: la caja de arena siempre tiene que estar, no puede faltar en un hogar, y mucho menos hay que olvidarse de su limpieza. Son muchos los domicilios en los que te puedes topar con ello.
Por el otro costado, está la comodidad de su cama. Una caja de cartón forrada con telas y algún cojín que ya no uses puede ser una alternativa barata, sin embargo es más higiénico una cama para gatos que puedas lavar periódicamente algo que no se puede hacer con una caja de cartón. - Rascador: por último, deberás tener muy en cuenta que los gatos necesitan tener sus uñas afiladas. Si no les otorgas el medio, puede que termines con muebles rotos.