Seguramente en alguna ocasión has querido compartirle a tus amigos o familiares alguna foto, o bien has querido colgarla en alguna red social, pero te das dado cuenta de que su peso era muy grande y que la transferencia era imposible de llevar a cabo. Afortunadamente, puedes hacer que las imágenes pesen menos y de una forma muy sencilla. Aquí te lo decimos.

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Antes de hablar sobre cómo hacer para que las imágenes pesen menos, es importante que conozcas los formatos de compresión de imágenes:

  • JPEG: es el tipo de formato más común en la industria digital y la mayoría de las imágenes que circulan en Internet, como así también la de los teléfonos celulares y las cámaras digitales son jpeg. No obstante, cabe destacar que el grado de reducción puede ajustarse, lo que permite elegir el tamaño y la calidad de la imagen. Claro está que en la compresión se pierde muchísima calidad.
  • PNG: incluye todas las ventajas del formato GIF del que hablaremos a continuación, sin embargo, la compresión sin pérdida de calidad que ofrece este formato es entre un 5 y un 25 por ciento mejor que la compresión GIF.
  • GIF: este formato de imágenes no supone pérdida de calidad pero está limitado a una paleta de colores que puede alcanzar los 256 distritos para una imagen. Asimismo, es compatible con animaciones.

Hacer que las imágenes pesen menos

Habiendo ya presentado los 3 formatos de imagen por excelencia, vamos a centrarnos solamente en el JPEG y en PNG.

El JPEG funciona mejor en imágenes de muchos colores y degradados, mientras que el PNG es mejor para fotografías donde hay formas con ángulos y pocos efectos de degradado.

Basándonos en lo anteriormente dicho, podremos definir que cuando te tomas una selfie con tus amigos o le tomas una fotografía a tu jardín, el formato a emplear será el JPEG, pues este tipo de imágenes cuentan con una gran cantidad de colores y cambios en matices.

Por otro lado, si en la imagen hay gráficos, textos o capturas de pantalla, el formato ideal sería el PNG, pues el degradado de color apenas logra percibirse.

Ahora bien, más allá del tipo de formato, para hacer que las imágenes pesen menos habrá que cambiar su tamaño (resize o redimensión), pero cuidado, porque su calidad puede verse comprometida. Una excelente herramienta es el PhotoScape, aunque también se puede recurrir a un servicio gratuito en línea conocido como PicResize.