La gran utilidad de una puerta de corredera es increíble. A veces la puerta puede no cerrar bien y tienes que hacer algo para que la puerta vuelva a estar bien. Te vamos a ayudar cómo hacerlo. En este QueHowTo te enseñamos cómo lubricar una puerta corredera. Sigue leyendo si quieres saber más sobre el tema.

Lubricar una puerta corredera

lubricar una puerta corredera

¿Qué existe para lubricar?

  • Líquidos: De base mineral, sintético o vegetal. Son necesarios para la lubricación hidrodinámica y son usados en la industria, motores y como lubricantes para la perforación. Dentro de los lubricantes líquidos, podemos encontrar varios formatos de producto, desde goteros o aerosoles de diferentes tamaños, hasta garrafas de varios litros.
  • Semisólidos: Son las denominadas «grasas». Su composición puede ser mineral, vegetal y, frecuentemente, son combinadas con muchos tipos de lubricantes sólidos como el grafito, molibdeno o litio. Dependiendo de la cantidad a utilizar, podemos encontrarlas en formato de tubo, cartucho, lata o spray aerosol

Paso a paso

  1. Sujeta a cada extremo de la puerta. Empuja la puerta hacia arriba de manera que las ruedas que están al fondo de la puerta puedan salir del canal. Probablemente tengas que usar un desatornillador para aflojar los tornillos de las ruedas del umbral del fondo para que puedan salir fácilmente.
  2. Mantente presionando la puerta hacia arriba. Jalándola hacia ti al mismo tiempo hasta que salga del marco de la puerta.
  3. Coloca la puerta sobre dos caballetes para que puedas limpiar las ruedas del canal.
  4. Usa un cepillo de alambre para aflojar el cabello y tierra acumulados en las ruedas.
  5. Usa una aspiradora para el escombro de las ruedas del fondo y el tope de la puerta.
  6. Aplica un lubricante de silicón antiadherente en las ruedas.lubricar una puerta corredera
  7. Prueba los rodillos para asegurarte de que están libres de escombro y pueden rodar libremente.
  8. Limpia con una aspiradora el canal.
  9. Limpia el canal de la puerta con un trapo húmedo.
  10. Aplica algo de lubricante a los canales de la puerta antes de que la vuelvas a poner.
  11. Levanta la puerta de los caballetes. Pon ahora la parte de arriba de la puerta dentro del canal superior.
  12. Presiona la puerta hacia arriba para que los rodillos de abajo puedan librar el umbral inferior.
  13. Permite que los rodillos caigan dentro del canal inferior. Si hay algunos tornillos flojos, apriétalos antes de volver a poner la puerta. Para asegurarte de que la puerta esté acomodada verticalmente.
  14. Desliza la puerta hacia atrás y adelante hasta que te asegures de que lo haga suavemente.

Te dejamos un vídeo: