Puedes pintar una piedra de río como una forma divertida de conservar una piedra que hayas recogido en algún viaje y también puede ser un pasatiempo excelente y muy creativo. En este QueHowTo te enseñamos cómo pintar piedras de río. Sigue leyendo si quieres saber más.
Pintar piedras de río paso a paso
- Busca una piedra. El mejor lugar para encontrar una piedra es en el lecho de un río, sobre todo si lo que quieres es una piedra que sea específicamente de río. Por tanto, puedes buscar en arroyos, lagos y playas, ya que aquí encontrarás piedras de cualidades similares.
- Limpia la piedra. Elimina la suciedad que se haya quedado pegada a la piedra y asegúrate de que no se esté descascarando.
- Coloca la piedra en una mesa. Dispón tu espacio de trabajo para pintar la piedra, el cual realmente puede ser en donde prefieras, aunque lo ideal sería una mesa o un escritorio para que puedas tener más espacio.
Pinta la piedra
- Elige un diseño. Puedes pintar la piedra con el diseño que desees. Por ejemplo, puedes pintarla de forma que se parezca a un animal o pintar una escena muy pequeña sobre la superficie de la piedra. Si quieres pintar un animal, algunas sugerencias son un gato, un perro, un pez o un búho.
- Haz un bosquejo del diseño en la piedra. Después de limpiarla, puedes trazar con lápiz un bosquejo del diseño que quieras pintar sobre la piedra. Si te es más útil hacer primero el bosquejo en papel para visualizar mejor tu idea, puedes hacerlo.
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Reúne las pinturas que vayas a usar. Puedes pintar las piedras con pinturas acrílicas de las que vienen en tubos o con pinturas diseñadas para usarse en objetos que vayan a estar al aire libre.
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Usa pinceles baratos. Ten en cuenta que, sobre todo si vas a pintar una piedra más dura, los pinceles se irán desgastando conforme vayas pintando. Por tanto, usa pinceles baratos y consigue un paquete que incluya pinceles de varios tamaños.
- Pinta las partes más grandes para empezar. Suele existir la tentación de querer hacer primero los detalles y luego pintar el resto, lo cual luego crea problemas. En cambio, pinta primero las partes más grandes de la piedra y, al terminar, no pintes nada sobre estas partes o junto a ellas antes de que hayan secado por completo.
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Pinta las partes más pequeñas. Aplica los colores en capas, dale una mayor textura al diseño y añade los detalles más pequeños. Incluso puedes hacer estas partes usando marcadores indelebles. Aprovecha esta etapa también para repasar los errores que puedas haber cometido.
Te dejamos un vídeo sobre el tema: