Son cada vez más las opciones que tenemos para cambiar algunos aspectos de nuestro cuerpo. Los tatuajes o los piercing ya dejaron de ser algo que podía causar prejuicio y se ha convertido en parte de todos. Tengas la edad que tengas podemos decorar nuestro cuerpo como queramos. Pero si algo tenemos que tener en cuenta es el riesgo que esto supone. Hay algunos elementos agresivos para nuestro cuerpo que tenemos que prevenir y ser conscientes de ello. Lo mismo sucede con los piercing. Aunque tengas el tradicional pendiente en las orejas, cualquier parte de nuestro cuerpo puede sufrir infecciones y daños. Es por ello que te vamos a enseñar cómo curar el piercing en la oreja para que no tengas que preocuparte por problemas más serios.

Cómo curar el piercing en la oreja

El piercing de las orejas es el más común y habitual entre todo el mundo. Si te vas a iniciar en el mundo de los piercing puede que sea el primero que te hagas. Pero a pesar de que en la oreja sea el sitio tradicional, no tenemos que dejar de tener precauciones a la hora de cuidarlo. A continuación te diremos cómo curar el piercing en la oreja con unos sencillos pasos y prevenciones.

Cómo curar el piercing en la oreja

Utiliza siempre un bastoncillo

  1. Lo primero y más importante de todo es que acudas a un profesional si has decidido perforarte las orejas. Aunque el sitio sea más caro es posible que tenga unas medidas de seguridad legales y optimas. Eso te ayudará a prevenir cualquier tipo de infección o problema. Además, es la persona que mejor te podrá guiar en los días o semanas siguientes para el cuidado diario del piercing. Puedes gastar más dinero pero ahorrarás un problema de salud. Una vez te hagas el piercing los cuidados seguirán en tu hogar.
  2. Como ya te dirán en el lugar donde te hagas el piercing, debes llevarlo un tiempo sin quitártelo, ya que correrás el riesgo de que se cierre, o tendrás más posibilidades de una infección. Aproximadamente llevaremos el piercing sin quitarlo sobre 4 semanas o 6.
  3. Los cuidados que deberás llevar a cabo todos los días son sencillos pero no los olvides si no quieres correr el reisgo
    • Lavar la zona del piercing con una esponja y jabón.
    • Girar la tuerca del piercing para que no se anquilose la carne.
    • Si tenemos la piel sensible podemos usar alguna crema que nos recomiende el especialista.