Eficaz y eficiente son dos términos que se utilizan con frecuencia, pero que sin embargo no todo el mundo tiene claro cuál es la diferencia entre ambos. Es por ello que en muchos casos se utilizan de forma indiferente. Sin embargo, existen algunos matices que hacen que eficiencia y eficacia sean dos conceptos completamente diferentes.
A continuación explicamos de forma sencilla y clara cuál es la diferencia entre ser eficaz y ser eficiente en el puesto de trabajo. De este modo, nunca más volverás a utilizar ambos conceptos de forma indiferente, y tendrás claro a qué se refiere cada uno de ellos.
¿Qué es eficaz? ¿Qué es eficiente?
Especialmente en el ámbito laboral, como en empresas y equipos de trabajo, se habla habitualmente de eficiencia y eficacia, sobre todo para referirse a los empleados.
Cuando se dice que un trabajador es eficaz, se hace referencia a que es capaz de conseguir los resultados esperados de un modo satisfactoria, con independencia de los recursos que haya utilizado para lograr el objetivo. Mientras, el trabajador es eficiente es aquel que logra los resultados propuestos utilizando el menor número de recursos posible.
Vamos a poner un sencillo ejemplo para ver con claridad la diferencia entre ambos conceptos. Un empleado tiene que producir 170 unidades de un producto determinado en una jornada de 8 horas. Si el trabajador es eficiente puede alcanzar las 170 unidades producidas en 6 horas. En ambos casos se consigue el objetivo propuesto. Sin embargo, el empleado eficiente necesita menos cantidad de recursos, tiempo en este caso.
Relación entre eficacia y eficiencia
Entre ambos conceptos existe una relación que se da únicamente en una dirección. Así, cuando una persona es eficiente, también es eficaz. Mientras, si una persona es eficaz, no es eficiente.
Un empleado eficiente, del mismo modo que el eficaz, alcanza los obetivos planteados. Sin embargo, un trabajador eficaz podría optimizar los recursos.
Como resulta lógico, a nivel empresarial, a todas las compañías les interesa contar con trabajadores eficientes y productivos. De este modo, pueden llevar a cabo sus tareas profesionales utilizando para ello el menor número de recursos posible.
Por último, cabe destacar que un trabajador eficaz puede convertirse en eficiente con programas de formación internos. Es requisito indispensable que la formación se adapte a las necesidades de cada empleado, así como a cada puesto de trabajo de forma específica.