El Mastín Tibetano es de las razas con mayor popularidad en este último tiempo, no cabe ninguna duda al respecto. Ahora bien, te aconsejaremos en este artículo sobre cómo debes cuidarlos correctamente.
Cabe subrayar que es una de las especies caninas que necesitan de su propio espacio, como consecuencia de su gran tamaño. Al igual, requiere de un cuidado especial para su pelaje.
Características del Mastín Tibetano
- El canino asiático destaca por sobre el resto, debido a su acromegalia estructura. Ya que, puede llegar a tener un peso de entre 43 y 73 kilogramos, en una estatura de hasta 76 centímetros a la cruz.
- Ahora bien, de otorgarle un cuidado exhaustivo, puede llegar a una edad prolífera de 15 años normalmente.
- En cuanto a su pelaje, puede llegar a ser muy abundante de color negro, con o sin marcas de fuego. El mismo debe ser cepillado, al menos, unas tres veces semanales, mientras que en etapas de muda hasta diariamente.
- Por parte de su carácter, suele demostrarse como muy tenaz, bastante inteligente y protector con quienes son sus dueños. Aunque, puede exponerse muy amable con personas adultas, niños y demás tipos de animales.
- Como consecuencia de todas sus características, sumado su estilo de protector, se aconseja que no se lo cuide si no se tiene experiencia en cuidado de razas grandes.
La importancia de la socialización
Para poder lograr una satisfactoria educación en un Mastín Tibetano, el comienzo está en efectuar una socialización amena, de corte profunda y detallada en varios sentidos. A los primeros meses de vida, resulta primordial.
Así, se podrá denotar rasgos que lo hagan accesible a la relación con quienes se emparenten a su alrededor, con una correcta comprensión. De no darse bien el procesamiento de ello, será inevitable recaer en manos profesionales, tanto sea adiestrador como etólogo.
De lo contrario, se originarán episodios de mala conducta, viendo actitudes territoriales y conducta bastante agresiva o impulsiva. Lo cual, tras presentarse de gran tamaño, se torna peligrosa su mala forma.
La imposición de normas y límites
Es muy imprescindible que, mediante la educación impuesta, se marquen correctamente las normas y límites de convivencia en el hogar. Eso, hará que el hogar sea cómodo para las dos partes.
Desde un principio, en el hogar tienen que imponer los requisitos a llevarse a cabo, con consentimiento premonitorio. Ya que, en primer forma, el animal comprenderá más fácil los límites.
Así, el equilibrio se irá conformando, porque el perro mismo se acomodará a horarios y estilos rutinarios suficientes.
La enseñanza de las órdenes
En modo de complemento, el desarrollo mismo de las órdenes se tiene que apoyar sobre bases. Las cuales enmarcan satisfactoriamente al contenido del todo. El vínculo está ahí mismo.
Desde lo más básico a partir, están las siguientes:
- Regreso a su sitio.
- Dirigirse hacia el lugar del dueño.
- Tumbarse en manera de descanso.
- Irse en búsqueda del palo o pelota.
- Y mucho más.