Cuidar a un conejo enano tiene sus ventajas y desventajas, pero se puede lograr que sea bien, si es de manera detallada. Ahora, indicaremos los pasos para lograrlo.
Se sabe que resulta de lo más común que se críen en el exterior de los hogares, como consecuencia de resultar algo indomables y hasta algo salvajes. Sin embargo, en la actualidad, hay un total conocimiento sobre los tratos aparentes.
Todo ello, los han transformado en una fiel manera de poder cuidarlos, de similar manera que a gatos y perros. Eso sí, discrepan en lo que resulta a cepillados, porque para nada lo necesitan.
A tener en cuenta para el cuidado de un conejo enano
- En primer lugar, para cuidar como se debe a un conejo enano, deberás comprarle una jaula acorde al tamaño que tenga. Así, podrá obtener su espacio propio y que resulte de una sencilla higienización.
- Luego, llegará el momento en que se ponga en condición, colocando papel para absorción en base. De tal manera, evitarás la propagación de humedad.
- Coloca una caja con arena, para que nuestra mascota pueda realizar sus necesidades básicas. No te preocupes en enseñarles, ya que son muy inteligentes.
- También, está el heno, para que puedan recostarse y no pasar ningún tipo de frío. Por otra parte, les sirve de alimento. Por otro costado, recuerda aportarles comida, ya sea vegetales frescos o pienso específico.
- Por nada del mundo le ofrezcas fruta más de dos veces semanales. Se aconseja que se lo adquiera como si se tratase de un premio o regalo. Ya que, como consecuencia de los azúcares, puede afectarle la salud.
- La hierba tiene nutrientes muy favorables, por lo que limpia y fresca puede darle aportes necesarios. Aunque siempre debe haber un cuidado con antelación.
- En lo que respecta a limpieza individual, estate al tanto cuando sea muy necesario, ya que son de higienizarse en solitario. Agua tibia y una toallita, son materiales propios para hacer las cosas como se deben.
- Después, ten en mente que la exposición constante al sol es sumamente mala. Por lo tanto, busca que estén frescos, por su pelaje. Si te encuentras inmerso en pleno verano, entonces una caja de cartón en sombra, al aire libre, es esencial y práctico.
- Por último, el veterinario no debe ser fuente de consulta constante. Se recomienda que lo lleves dos veces al año, y que en ocasiones especiales o urgentes recurras por fuera del hábito. Siempre las vacunas al día.